Un estudio realizado con roedores que examinó el daño del consumo crónico de
alcohol en las células T CD8 detectó que algunas funciones de las células CD8 T
se ven limitadas o reducidas, mientras que otras permanecen intactas ante el
virus de la gripe. Los resultados de esta investigación se publican en Alcoholism : Clinical
& Experimental Research .
Es bien sabido que el consumo crónico de
alcohol se asocia con un aumento de la incidencia y gravedad de las infecciones
respiratorias. La investigación ha demostrado que el aumento en la gravedad de las
infecciones por el virus de la gripe (IAV, por sus siglas en inglés) se debe,
en parte, a un fallo a la hora de organizar una respuesta específica contra las
IAV por parte de las células T CD8, junto con un deterioro específico en la
capacidad de estas células para producir interferón .
"Se sabe que el consumo crónico de alcohol compromete el sistema
inmunológico humano", explica uno de los autores del estudio, Kevin L. Legge , profesor asociado de Patología en la Universidad de Iowa,
en Estados Unidos. "Este hecho se pone de manifiesto al examinar la
susceptibilidad de los alcohólicos crónicos a enfermedades infecciosas. En los
pacientes alcohólicos se elevan enormemente los riesgos de infección con
bacterias extracelulares, bacterias intracelulares y virus. Numerosos informes
han documentado que los alcohólicos presentan tasas más altas de neumonía
bacteriana, sepsis, meningitis y peritonitis", añade
.
Entre los ejemplos mejor estudiados de esta mayor predisposición a la
enfermedad respiratoria severa por el abuso crónico de alcohol son las
neumonías bacterianas. De hecho, Benjamin Rush ,
cirujano general del Ejército Continental de Estados Unidos y uno de los firmantes
de la Declaración
de Independencia, describió en 1785
a los alcohólicos como susceptibles a la fiebre
amarilla, la tuberculosis y la neumonía. Estudios más recientes han demostrado
que hay entre dos a siete veces más de incidencia de mortalidad por neumonía,
así como aumento de morbilidad en alcohólicos crónicos en comparación con no
alcohólicos
.
"También se ha conocido desde la década de 1800 que los trastornos por
consumo de alcohol se asocian con una mayor susceptibilidad a la infección
pulmonar (tanto viral como bacteriana, incluyendo la neumonía adquirida en la
comunidad y la tuberculosis), el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica", detalla Ilhem
Messaoudi , profesor asociado de Ciencias Biomédicas
de la Universidad
de California en Riverside , Estados Unidos
.
.
"Por lo tanto, entender los mecanismos subyacentes a una mayor
susceptibilidad a la infección pulmonar y lesiones en las personas con
trastorno por consumo de alcohol es extremadamente importante. Aunque varios
estudios han demostrado que este fenómeno se debe en parte a perturbaciones significativas
en el sistema inmunológico, nuestra comprensión del impacto del abuso de
alcohol sobre la inmunidad sigue siendo incompleta", lamenta .
"La inmunidad y la protección a largo plazo contra las infecciones del
virus de la gripe es conferida por dos componentes de la respuesta inmune
adaptativa --explica Legge --. Es decir, los
anticuerpos que neutralizan el virus para prevenir de infecciones, y las
células T, que localizan y matan las células infectadas, limitando la difusión
del virus a otras células y deteniendo la infección"
.
"Nuestro trabajo previo mostró que niveles crónicos de alcohol predisponen
a un aumento de la gravedad de la enfermedad, tanto de los síntomas como de la
letalidad, después de la infección por el virus de la gripe. De hecho, el
alcoholismo crónico cambia de manera dramática lo que es típicamente una
infección subclínica a un resultado letal", alerta .
Cuanto más tiempo de consumo de
alcohol, peores efectos
.
En concreto, explica que sus análisis previos demostraron que este cambio en la
gravedad de la enfermedad se debe, en parte, a los efectos del alcohol sobre
las células T CD8. Así, beber crónicamente puede reducir el número de las
células T CD8 disponibles para defenderse contra la infección y esta
disminución en las células T CD8 es más grave cuanto más tiempo dura la
exposición al alcohol, además de que limita la capacidad de las células T CD8
restantes a utilizar una de sus herramientas antivirales.
De esta manera, el consumo crónico de alcohol ataca la respuesta inmune de
células T CD8 a dos niveles diferentes: limitando el número de células que
pueden combatir la infección y reduciendo la capacidad de las células restantes
para combatirla .
Los investigadores dieron a los ratones alcohol en el agua potable durante
entre ocho y 12 semanas y, posteriormente, los infectaron por vía intranasal con IAV. Tras ello, estos expertos examinaron
las funciones de activación y efectoras de las células T CD8 específicas contra
IAV-T tanto en los ganglios linfáticos como en los pulmones .
"Las células T utilizan múltiples herramientas, llamadas funciones
efectoras, para limitar y controlar los patógenos", explica Legge . "Aunque nuestro estudio previo demostró una
pérdida del número de células T CD8 y la capacidad de las células T CD8
restantes para hacer IFN ?, no estaba claro si y cómo muchas de las otras
herramientas de las células T CD8 resultan afectadas por el alcohol crónico.
Aquí mostramos que algunas, pero no todas las funciones de las células
efectoras T CD8, se reducen con el abuso crónico del alcohol", añade
.
En resumen, este experto señala que este trabajo muestra que el alcohol puede
tener efectos distintos sobre la capacidad efectora de las células T CD8,
limitando o reduciendo algunas funciones y dejando otras intactas. Se sabe que
la activación de cada vía efectora específica requiere señales precisas, por lo
que determinar qué funciones efectoras están
alteradas, junto con el examen de las moléculas correspondientes, podría
producir prometedores objetivos de fármacos para la reversión de los efectos
del alcohol en esta importante población de células inmunes adaptativas .
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